Esta fábula compara a la cigarra y la hormiga, que trabaja duro todo el verano almacenando comida, mientras que la cigarra solo canta y no prepara nada para el invierno, y luego le pide ayuda a la hormiga cuando llega el invierno, pero la hormiga se niega porque fue descuidada. También compara a la tortuga y la liebre, donde la liebre confiada en su velocidad desafía a la tortuga lenta a una carrera, pero termina descansando mientras la tortuga sigue y gana la carrera con